
La primera vez que escuché el término fue en casa de una amiga venezolana.
“Tú lo que necesitas es un hombre que te represente, no…esa cosa”.
Aunque medio entendí el significado de la acción de “representar” quise indagar más.
“Bueno, se trata de un tipo a tu altura. Que sea digno de ser tu pareja, que esté a tu nivel” dijo otra amigocha caraqueña.
El caso y el cuento es que he vuelto a escuchar el término, esta vez ¡en la boca de un señor! (Colombiano pero criado en Venezuela)
“Pues aunque lo dudes, yo no llevo a cualquier mujer a mi casa” la quijada se me cayó al piso.
“Cuando lo hago es porque ya encontré a una mujer…que me represente”.
Yo pelé los ojos.
“Sí, si, una mujer a mi altura” (o sea baja, porque el es chaparrito 🤣🤣🤣🤣).
“Una que, me haga sentir orgulloso”.
Entonces hice memoria de una fiesta en la que aparecí con el galán de moda de mi escuela secundaria. Era chulísimo. Todas me voltearon a ver. No niego que hice hasta lo imposible para que vieran como me divertía con el muchacho. Me REPRESENTABA divino. Fui el chisme de la noche, la envidia de muchas y la sorpresa de otros más.
Ese recuerdo de mi adolescencia y la conversación con el señor me llevó a la meditación.
¿En verdad necesitamos sentirnos bien ‘representados’ por la pareja que tenemos al lado? ¿No deberíamos ser nosotros mismos capaces de representarnos en cualquier lugar o situación? ¿Por que dejarle a otro la responsabilidad de hacernos sentir que valemos? O capaz que no he entendido bien.
Nada, que llevo toda mi vida siendo mi representante y mi mejor agente.
Si de galanes se trata…la mayoría son impresentables…(pecadillos sin importancia alguna que deben permanecer en el anonimato 🙃🙃🙃🙃)…
Mis letras, para todos los que aún no consiguen esa representación….
A mis venezolanas hermosas y a todas y todos mis amigos les pido que sigan definiendo el término…
PD: Foto tomada por mi representante argentino 🇦🇷
