CON LAS TETAS CAÍDAS…¡Y AL AIRE!

Felizmente en su lugar 😜

Hace algún tiempo, publiqué un artículo titulado, «Con las tetas caídas». Se convirtió en uno los más leídos y comentados en Voces, del Huffington Post gracias a la perspicacia de mi editora Mandy Fridmann que me dio carta abierta para escribir. Contaba el momento en que un supervisor atacó a varias de mis colegas.

«No las quieren en ningún otro canal porque están viejas, son conflictivas y tienen ‘las tetas caídas’….».

Ser vieja, significaba pasar de los 40, conflictiva, emitir opiniones inteligentes y exigir derechos laborales como por ejemplo un día libre cuando te enfermas. Lo de las ‘tetas caídas’ no lo tengo que explicar. La falta de una buena cirugía plástica para levantar los senos parecía ser un pecado en esa sala de redacción.

En ese momento, el comentario me pareció soez, vulgar y bajo. No por la palabra «tetas» que, si bien es degradante a la figura femenina, es parte ya, del argot popular. Podríamos hacer una tesis del asunto, pero no viene al caso. Lo que me molestaba profundamente era la poca calidad humana del personaje en cuestión. Un hombre que obviamente nació de una mujer y que quizá tenga hijas y esposa, hermanas, tías, abuelas, primas y tal vez, si es suertudo hasta alguna amante incauta. ¿Cómo pudo dirigirse de esa forma a sus subordinadas? ¿No se supone que lo que busca un jefe es crear equipo e imponer respeto? otros varones callaron ante la situación y como en múltiples ocasiones salvo dos o tres que se quejaron, se dio carpetazo al asunto. Pero lo sucedido a mis congéneres no me es lejano y creo que a ninguna mujer. Me sentí identificada y ofendida. Con 52 años, mi anatomía no refleja lo que según ese señor se necesita para trabajar en la televisión. Mi experiencia laboral me impide dejarme pisotear y siempre, hasta la muerte lucharé por lo que considero justo, incluyendo beneficios en el área de trabajo.

Hoy, en el día internacional de la mujer, me he puesto a pensar cuantos tragos amargos hemos pasado las mujeres que no seguimos los cánones de belleza o comportamiento. Con que facilidad se nos dice gordas, viejas, conflictivas, feas, tontas, putas y cualquier palabra que pretende degradar y humillar. Es cierto, parte de ese comportamiento machista y retrógrada ha sido provocado por nosotras mismas, hay que reconocerlo para superarlo.

Me uno a la alegría de ser mujer y aplaudo especialmente a las valientes. Varias de esas colegas maltratadas renunciaron a su puesto laboral cansadas de tanta misoginia y hoy caminan por ahí con la frente en alto….y los senos en el lugar que les corresponden.

Pertenezco creo, al afortunado grupo de periodistas televisivas a las que aún se nos valora por lo que ofrecemos a nivel profesional. ¿Cuánto más podré hacerlo? ¿Seguiré teniendo la bendición de contar con jefes que creen que aún puedo estar en una pantalla? No lo sé, por ahora celebro el trabajar en un lugar donde me siento querida, respetada e incluida.

Es verdad…tengo las tetas caídas y orgullosamente…¡Al aire!

Con cariño a todas mis congéneres en especial a mis colegas…¡Fuerte, sexo débil!

#díainternacionaldelamujer #periodismofemenino #arribalasmujeres #sermujer #women

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