

Estaba yo empezando mi mañana morrocotudamente (en mexicano ¡A toda madre!) cuando alguien me llamó.
“Se ofendió por algo que escribiste. Dice que no eres nadie para juzgar porque no has estado en esa situación ¡Súperalo!”
Yo, que tengo un humor irónico me empecé a reír. Y solo por practicar el ejercicio de escribir mi pensamiento libre y soberano les envio este pequeño mensaje.
Primero, yo no escribo pa’ofender. Por lo general, la verdad es la que ofende, así que algo de cierto habré escrito. A mi particularmente me disgusta la intriga, el abuso o la patraña, a otros la verdad, digo, cada quien su gusto.
Efectivamente me inspiro en los cuentos de otros, los tuyos o los míos. En lo que veo en televisión o leo en un periódico. Los casos no son necesariamente ciertos ni todo me aplica a mi. La gente se emociona y responde a lo que escribo en base a sus experiencias personales, no porque sean réplica a lo que en un momento de inspiración escribí.
Lamentablemente si he estado en la situación de muchos de los protagonistas de mis historias. En verdad, me habría encantado llevar una carrera y una vida invicta de abusos, pero no ha sido así, como creo que la de ninguno de ustedes.
Juzgar a los demás es un deporte nacional. Lo practicamos a diario. Cuando hablas de los otros, cuando dices que debieron hacer esto o aquello, cuando te metes en lo que no te importa, cuando mandas mensajes de texto a ex compañeros de trabajo contándole la desgracia de otro, cuando chismeas con tus amigos y…está bien, ni modo, así somos de canijos pero….no nos hágamos tarugos ni juguemos al santo, estamos bien viejos todos para venir con imbecilidades morales que a ninguno nos quedan.
Quienes me conocen bien y de cerca saben como soy. Un personaje bien vivillo que jamás te llamará por teléfono o te escribirá para decirte qué carajo hacer con tu vida y tu forma de pensar. Tienen un precioso botón de DELETE para sacarme del círculo de sus amigos de internet. Sinceramente me encantaría que solo leyeran mi muro personas divinas, extraordinarias y sagaces ¡que piensan como yo! Me choca el alegato y la confrontación.
A quienes les parezco “roja” no lean lo que escribo, seguramente se van a molestar. Ahhh pero no, les encanta merodear en mi perfil. Ciertamente, mi muro es divertido, los entiendo bien.
Por último, caramba señores ¿No existe una preciosa frase que dice «tomen las cosas de quien viene»? Lo que yo digo, escribo o afirmo no es ley de vida y a fin de cuentas ¿A quién demonios le importa? ¿Van a hacer o vivir según lo que escriba en una red social una señora a la que que quizá ni siquiera conocen? Por favor 🙏🏼
Ahora, si el saco te viene póntelo o róooooooompeloooooooo no hay nada más lindo que mandar al diablo a quien se lo merece, incluyéndome a mí, solo que yo no me voy al diablo….como soy mexicana me voy a otro famoso lugar o me pongo a escribir cosas que les revientan a muchos. Casualidades, simples casualidades.
#sereproducencarajo #imbecilidadesno #dejalopasar

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